El camino de las palabras
Grandes autores han indagado en la brecha que separa el mundo de los hechos del mundo de las palabras. A ese espacio se refiere Proust cuando explica en El mundo de Guermantes que «sentimos en un mundo; pensamos, denominamos en otro; podemos establecer entre ambos una concordancia, pero no colmar el intervalo que los separa».
Siempre más visceral, Faulkner puso en boca de Addie Bundren, ya muerta, en Mientras agonizo, estas palabras: «Pensé que las palabras ascienden derechas como una tenue línea, ligera e inofensiva, mientras que los hechos se arrastran horriblemente pegados al suelo, de forma y modo que, al poco rato, no hay modo de pisar a un tiempo esas dos líneas…»