De gustibus non est disputandum
Gran teórico de la estilística, Dámaso Alonso decía que el fin de una obra literaria no es ser sometida a un análisis científico, sino simplemente ser leída y «directamente intuida», entendida la intuición como un «acto de amor». Cada objeto literario es único, como cada creador, y en captar esa singularidad es en lo que consiste la metodología estilística. También cada lector es único, añadimos, y, como diría el caballero Tristam Shandy, De gustibus non est disputandum («sobre gustos no hay nada escrito»).