… y más Vila-Matas: «Muchos de los que leen creen que es obligación hacerlo, y éstos son los más peligrosos porque transmiten una sensación evidente de tedio, no parecen haber leído una frase memorable de Montaigne: No hago nada sin alegría. Con esta frase él quería indicar que el concepto de lectura obligatoria es un concepto falso».
A algunas de las mejores personas que conozco les es ajena la literatura. Leer no te hace mejor persona, te ayuda a entender mejor la vida. Que la bondad y la erudición no van siempre juntas es una dura lección. Entre la bondad y la erudición, elijo la bondad, y elijo la alegría. El instante de la lectura, su emoción intransferible, es el momento crucial de cada obra literaria, junto al de su creación. Todo lo demás (vedetismo intelectual, bohemia mal llevada, el arrebato que a veces pretende despertar la erudición, tanto del lector como del autor) son fuegos artificiales.