Sigo queriendo ahondar en la alegría, en sus orígenes. Claudio Rodríguez incluye en Alianza y condena (1965) este poema, que titula «Lo que no es sueño».
… la alegría
es agria, seca, nueva,
lo único que tiene
verdadero sentido.
¿Por eso choca, por ser agria y seca? Casi siempre se está triste con motivo, pero, ¿tiene que haber un motivo para estar alegre? Suena extravagante, pero creo que los motivos de la alegría pueden llegar a ser más sutiles, intrincados y profundos que los de la tristeza. Y sigue:
Déjame que con vieja
sabiduría, diga:
a pesar, a pesar
de todos los pesares
y aunque sea muy dolorosa y aunque
sea a veces inmunda, siempre, siempre
la más honda verdad es la alegría.
A lo mejor habría que empezar explicando qué es la alegría. O que no es. Seguramente es distinta para cada uno. Me gusta diferenciarla de la felicidad, de la frivolidad y del chiste. Sería algo así como (sigue Claudio):
La que de un río turbio
hace aguas limpias,
la que hace que te diga
estas palabras tan indignas ahora,
la que nos llega como
llega la noche y llega la mañana,
como llega la orilla,
la ola:
irremediablemente.
… glups, pensaba ser breve : o (