Sylvia Plath hubiese cumplido hoy 70 años… si no se hubiera dedicado a inhalar voluntariamente monóxido de carbono del horno de su casa en febrero de 1963, cuando tenía 30. He ahí la nota amarillista. Su poesía no es de esas que tranquilizan, sino todo lo contrario. En momentos de desazón, o de rabia, acompaña mucho leerla.
Según el diccionario de la RAE, el solipsismo es la «forma radical de subjetivismo según la cual solo existe o solo puede ser conocido el propio yo». No sé hasta dónde se conocería a sí misma, pero sus turbulencias internas sí parecía tenerlas bien localizadas. Y las expresaba como nadie. Estos versos los he extraído de su Soliloquio del solipsista:
When in good humor,
Give grass its green
Blazon sky blue, and endow the sun
With gold;
Yet, in my wintriest moods, I hold
Absolute power
To boycott any color and forbid any flower
To be.