Meses y meses y meses y meses agarrándome a un clavo ardiendo, hasta que he soltado el clavo, le he echado agua para que se enfríe del todo y lo he tirado a la basura.
Antes, cuando tocaba sufrir, sufría. Ahora, cuando toca sufrir, me da mucha pereza, me aburre tanto… Me encanta esta evolución. No creo que nada bueno, realmente bueno, salga de tanta confusión. Nada.