El mar siempre devuelve lo que no es suyo…
A un kilo y tres cuartos de fuel nos tocaría por persona si las 77.000 toneladas que cargaba el Prestige se repartieran por igual entre todos los españoles. Con esa ración de fuel se podrían llenar las copas de todos los bares, los platos de todos los restaurantes, los asientos de todas las poltronas oficiales y aún quedaría material para pintar de negro todas las paredes, fachadas y alcobas de todos nuestros pueblos y ciudades.
Manuel Vicent, en El País de hoy.