Vuelvo a no leer, por el motivo de casi siempre: estoy empantanada en una novela buena, pero que tendría que haber dejado para mejor momento. No diré cuál es, porque no os lo creeríais. Tampoco consigo trabajar, aunque sí que me apetece publicar, cosa rara, porque, ¿qué más dará aquí que allí, si en ambos casos toca escribir adoptando el tono de turno?
En ABC (con perdón) hablan de la traducción completa del Libro del desasosiego, de Pessoa. Reproducen este pasaje:
Pienso, a veces, con un deleite triste, que si un día, en un futuro al que yo ya no pertenezca, estas frases que escribo perduran como cosa de mérito, tendré por fin quienes me «comprendan», los míos, mi verdadera familia para en ella nacer y ser amado. Pero lejos de ir a nacer en ella, habré muerto mucho tiempo antes. Seré comprendido sólo en efigie, cuando el afecto ya no compense al muerto de la falta de afecto general que lo acompañó en vida.
Me gusta porque es justamente eso lo que pensé cuando leí el libro: que qué bien lo entendía, y que seguro que en su día Pessoa no supo cómo compartir esos pensamientos más allá de la escritura, o que a lo mejor, aun intentándolo, no hubieran emocionado a nadie… y eso que no conocía su biografía : o (