Decía Josep Pla que un hombre que después de los 40 años aún lee novelas es un puro cretino. Hagamos cálculos: un hombre de 40 años de entonces sería uno de 60 de ahora. Eso significa que cuando tengamos 60 años seremos idiotas si seguimos leyendo (según Pla), pero si no seguimos leyendo seremos unos idiotas que ya no leen (según una servidora).