Decía E.M. Forster que hay un número muy reducido de personas cuya vida íntima y motivaciones conocemos, de ahí el gran servicio que presta la novela al revelarnos la vida interior de los personajes. Si conociéramos a los demás tanto como llegamos a conocer a los personajes de las novelas más introspectivas, ¿podríamos soportarlo? ¿cómo distinguiríamos la traición de la sensatez?