Para Norman Foerster, autor de The American Scholar (1929), el historiador de la literatura ha de ser crítico incluso para ser historiador. Es parte de la discusión acerca de si los autores todavía vivos deben ser incluidos en los temarios de Historia de la Literatura.
Los que rechazan incluirlos se justifican diciendo que su estudio académico renuncia a la perspectiva que da la obra acabada, a las aportaciones de creaciones posteriores de ese autor. También consideran que es mejor esperar el veredicto de los siglos, si bien para sus detractores eso supone dejar el veredicto en manos de otros críticos y lectores, e incluso de otros profesores, cuando uno mismo puede emitir un juicio igualmente válido.
A mí siempre me aburría llegar al tema La Literatura española a partir de 1975. Era el fin del glamour : o (