El Alzheimer, la eutanasia, el sensacionalismo, la publicidad de la vida íntima… De Amsterdam me ha dado que pensar la actualidad de sus temas, que son muy representativos del siglo XX-XI y que, además, dan mucho juego. Hace cien años un personaje con Alzheimer hubiera sido otro personaje senil, pero hoy, en manos de un autor inteligente, podría dar lugar a una obra genial. Con Iris Murdoch ya se intentó, me imagino que habrá otros ejemplos de obras en torno al Alzheimer, y que llegarán muchas más. Su potencial como tema es enorme.
En estos momentos sabemos mucho sobre enfermedades mentales que siempre han existido, sobre su tratamiento o sobre las formas que tienen de manifestarse. También sobre la secuencia del genoma humano y lo que se puede hacer ahora que se conoce, por ejemplo. La novela actual que me gustaría leer sería aquella que hiciera ficción con estos temas sobre los que se puede decir tanto. A lo mejor la gran novela, esa que dicen que ha muerto, tendría que ir en esa dirección.
La violencia como tema, por ejemplo, me ha saturado: era violencia en el siglo XII y lo es ahora, me pueden interesar sus causas, pero no su recreación artística.