Tal vez la mujer esté biológicamente condicionada para aceptar flores, aunque sea de un total desconocido y en la calle.
Lo dice John Updike en su relato George y Vivian, y no se lo voy a discutir. De la misma forma, también creo que estamos programadas para llevar tacones, incluso stilettos. Te los calzas, y caminas. Así de ¿fácil? La primera sorprendida fui yo.