El dueño, amable y locuaz, me asignó una habitación con una vista al mar maravillosa y ante mí no tenía nada que hacer, salvo disfrutar con tranquilidad de una semana de belleza. Hasta que el segundo día vi a Lolita, la hija de Severo.
Hace días saltó la noticia de que Nabokov podría haber plagiado su Lolita (1956) a un autor llamado Heinz von Lichberg, que había publicado en 1919 una novela del mismo título y trama similar. El dato pintoresco es que von Lichberg ambientó su novela en Alicante: Lolita era una valenciana de principios de siglo (del XX), que no era hija de una ansiosa Charlotte Haze, sino de un propietario de pensión llamado Severo. Suena a novela muy europea y muy española, casi a película de Aranda, ¡nada que ver!