Odio la resignación. Creo que todos somos débiles, todos necesitamos que nos quieran, que nos escuchen… Ser fuerte o ser débil es algo que tiene más que ver con el pudor y con la vergüenza de no chuparle la sangre a los demás. La gente fuerte, simplemente, es más pudorosa, menos abusona. Pero todos tenemos poca fe en nosotros mismos, eso es algo que tiene que ver con la condición humana.
Lo dice Almudena Grandes en una entrevista que publica la revista Glamour (sí, Glamour) en su número de marzo. Llevo dándole vueltas desde que lo leí, no tengo comentarios que hacer, pero si os hace pensar tanto como a mí, ahí queda. ¡Que no os chupen la sangre!