«Tenemos imágenes confusas de la decapitación de dos hombres, y nítidas de sus cuerpos descabezados y de sus cabezas sin cuerpo. Véanlas, que se las ofrecemos. Son gentileza de los presos del Brasil, amotinados».
Así explicaba Javier Marías en El País Semanal el afán por dar imágenes cada día más truculentas en los telediarios, y de darlas porque sí.