En la entrevista que publica EPS Belleza, el psiquiatra Luis Rojas Marcos plantea varias contestaciones cotidianas, y las respectivas respuestas correctas, saludables y constructivas:
Primer ejemplo (revisado tras ver que los comentarios derivaban hacia la lucha de sexos, que no me interesa para este post…):
INCORRECTO:
Esposa: ¿A qué huele aquí?
Marido: Estoy haciendo una paella…
Esposa: ¿Paella? Para paellas, las que hace mi padre.
Marido: Hay que ver, qué mal carácter tienes. No hay quien te aguante.
CORRECTO:
Esposa: ¿A qué huele aquí?
Marido: Estoy haciendo una paella…
Esposa: ¿Paella? Para paellas, las que hace mi padre.
Marido: Has debido de tener mal día en el trabajo.
Otro ejemplo. Una niña pinta y conversa con su padre:
INCORRECTO:
Niña: Papá, esto no me ha salido bien.
Padre: Claro, es que lo tuyo no es pintar.
CORRECTO:
Niña: Papá, esto no me ha salido bien.
Padre: Es que hoy estás cansada.
Según Rojas Marcos, tenemos pensamientos automáticos, a veces moldeados de un pesimismo irracional. Tratar de cambiar nuestra forma de pensar es el objetivo. Es muy habitual que ante un comportamiento tuyo concreto te respondan con un juicio global sobre tu forma de ser, y eso no te da opción, es tu carácter, algo inmutable. Por ello, sigue el psiquiatra, debería enseñarse cómo favorecer la autoestima, las relaciones positivas, la generosidad, el altruismo… Y hacerlo nosotros en casa.
Me ha gustado mucho leer la entrevista, porque, modestia aparte y para mi sorpresa, he descubierto que hago lo correcto, y de forma inconsciente. Veo destructivo emitir respuestas del estilo de es que tienes muy mal genio, es que eres muy susceptible, es que eres muy negativo. Y me enfurece escucharlas, porque, como dice Rojas Marcos, no te dan opción.