Hablan en El Mundo de El niño de las estrellas, un libro cuyo fin es ayudar a los más pequeños a afrontar la muerte y el duelo. Dice su autor, Patrik Somers, que mucha gente tiene problemas con la muerte porque tiene problemas con las emociones y el sentido de la vida.
… y esos problemas, ¿de dónde vienen?
La publicidad, las películas comerciales, incluso las conversaciones cotidianas hablan de un mundo light en el que no hay sitio para todo aquello que puede desestabilizarnos de forma insoportable.
Lo cierto e indiscutible es que existe la muerte (la de quienes tenemos más cerca, la de todos, también la nuestra), que la más dolorosa soledad puede llegar en cualquier momento (seas feliz o infeliz, sociable o asocial, en la madurez o en la juventud), y que la decadencia física (y a veces, mental) es inevitable.