Los momentos más claros de cada día son el de levantarme y el de acostarme (Amy Tan en La Vanguardia).
Para mí el momento de acostarme es el más reconfortante. Es cuando pienso en todo lo bueno que tengo. Al levantarme pasa por mi mente todo lo que me sobra. En vacaciones cualquier momento es bueno 🙂
Tu final, Hormi, me hace pensar que si no siempre es así, desgraciadamente sí lo es lo contrario: en el trabajo ya no hay momentos buenos, desde lo de la productividad cueste lo que cueste para «añadir valor al accionista». Esa frase y la de «Lo perfecto es enemigo de lo bueno» son dos estupideces que nos amargan la vida (laboral).
También tú y Amy me habéis hecho pensar que ahora buscamos «momentos», en lugar de «estados», quizá como una consecuencia de esos anuncios tan bonitos, en los que en un entorno fantástico unos modelos fantásticos disfrutan, ¡por fin!, de ese momento que ellos y nosotros merecemos.
¡El trabajo vampiriza! Los plazos, el perfeccionismo, la agenda apretada… hacen que durante la jornada laboral tu mente no esté disponible para ti sino «para la causa». Por más que te guste tu trabajo, echas de menos tener el pensamiento en las cosas que te hacen feliz, y no en tareas ineludibles 🙁
Pues yo nunca veo el momento de irme a la cama, y mucho menos el de levantarme, algo lógico teniendo en cuenta las horas a las que me decido a sellar los párpados.
¡Ay!, esto de ser noctámbula y, por extensión insomne… Siento curiosidad por saber hasta cuándo aguantaré en este plan. Ya llevo unas décadas.
Besos orgiásticos.
Si que es verdad que con el tema laboral vamos listos, casi no hay tiempo para uno (sobre todo si se tiene la jornada completa partida) entonces casi vives para trabajar. Jó …
Aunque también pienso que el ser humano es insatisfecho por naturaleza, quiero decir con ésto que si tuviéramos todo el tiempo del mundo para nosotros y no para tareas que no puedan esperar (como lo es el trabajo), nos pondríamos a pensar no sólo en las cosas que nos hacen felices sino también en aquellas que no , en aquellas que van mal en nuestras vidas… quizás por la falta de tiempo de hoy en día (ya que el trabajo abarca demasiado), no nos paramos a pensar tanto en los males que hay en el mundo(que por desgracia son muchos…) al menos algo bueno hay 😉
Por desgracia, es una realidad también que la mente muchas veces no se va de la oficina al final de la jornada, (por un trabajo a entregar a tiempo, por un enfado con un compañero de ese día…)
Saludos, 😉