Saltar al contenido

Por la escalera de incendios

También en Elle, Manuel Rivas dice:

Cuando la vida arde sólo nos salva subirnos a la escalera de incendios del arte.

Leí eso cuando me rondaba por la cabeza la idea de que cada día, aunque sólo sea por unos minutos, necesito tener algún contacto con el arte. Como explicación me sirve esta reflexión de Orhan Pamuk en Granta (con su permiso, la saco momentaneamente de contexto):

La mayoría de los autores no escriben para reflejar la realidad sino para inventar un mundo paralelo regido por un complejo sistema de normas. Aunque ese segundo mundo se deriva del real, de algún modo es más significativo y satisfactorio. Si puedo visitar ese segundo mundo y escribir algunos párrafos cada mañana, me respeto mucho más a mí mismo, y me siento más feliz. Igual que un niño que ha dado uso a sus juguetes hasta que se le ha agotado la imaginación. Si he estado en ese mundo imaginario durante unos momentos, si he disfrutado de esa felicidad, entonces puedo con todo. Pero si no lo hago, el vacío se llena con todas las pequeñas preocupaciones diarias, que no se acaban nunca.

7 comentarios

  1. París59 París59

    Qué gran diferencia entre los dos, ¿verdad? Para uno, es un poco refugio donde acudir, para no quemarse. Para el otro, creación de lo otro, desde donde fortalecerse y salir. De la vida al arte. Del arte a la vida.

    Que usted, condesa Rem, diga que dedica un pequeño tiempo cada día al contacto con el arte debe ser fruto de su modestia. Y no debería serlo tanto.

    Bueno, me llegaron mis tres semanas de agosto y me voy a las «perifueras», a varias de ellas. Si no me es posible visitar La Hormiga, espero que me quede el consuelo del número de noviembre de Elle (y el libro de García Montero).

  2. linmer linmer

    Odio este tipo de comentarios, pero es que he llegado a éste blog y quería dejar constancia de ello porque me ha parecido realmente interesante. Seguiré visitándolo.

  3. Hardlinks Media Hardlinks Media

    interesante amigo buen blog

  4. Anonymous Anonymous

    Y Pessoa escribió:
    «Y, si la oficina de la Rua dos Douradores representa para mí la vida, este mi segundo piso, donde vivo, en la misma Rua dos Douradores, representa para mí el Arte. Sí, el Arte, que vive en la misma calle que la Vida, aunque en un sitio diferente, el Arte que alivia la vida sin aliviar el vivir, que es tan monótono como la misma vida, pero sólo en un sitio diferente. Sí, esa Rua dos Douradores encierra para mí todo el sentido de las cosas, la solución de todos los enigmas, salvo el hecho de la existencia misma de los enigmas,que es lo que no puede tener solución.»
    Saludos.
    winsta

  5. La Hormiga ReMolona La Hormiga ReMolona

    Qué ilusión Jaime, mil gracias!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.