La escritora china Chun Shu (Muñeca de Pekín) cuenta en El País:
Escribir es como un suicidio. Aunque el verdadero dolor no es escribir sino el hecho de que creas un mundo imaginario. La explosión de este dolor se produce una vez que has finalizado el libro.
Yo me siento desvalida cuando termino de leer un libro, igual que cuando me despierto de un sueño y, en vez de seguir durmiendo, me levanto. Mis emociones son las provocadas por las últimas páginas del libro o por las peripecias vividas en el sueño.
El escritor, estando en su mano el quedarse en el mundo inventado, ¿cómo es capaz de erradicarlo de su vida?
Cuando leo un libro me sumerjo inevitablemente en su mundo, sin embargo, ese sentimiento es más fuerte cuando lo termino. Volver a la realidad siempre es duro y, a veces, cuesta despegarse de la fantasía. Para mí, la única forma de erradicarlo es mediante resignación y aceptación.
Saludos.