Salvo que el guión sea muy brillante, quito diálogo y me quedo con lo esencial. Lo que sucede es que los guionistas escriben para los tipos de los estudios, que suelen ser algo cortos y tienen que verlo todo claro a la primera para seguir adelante. Puedes resultar un mal actor solo por decir un mal diálogo…
Lo cuenta Clive Owen en El País Semanal Hombre. Y reconoce que nunca tacha los guiones de Shakespeare.
Y sí, en las películas se habla demasiado. Eso pensaba yo antes, pero la cuestión es otra: si eres un personaje, sales en pantalla cuando tienes algo que decir. A menos que sea cine intimista, claro, o que tu personaje sea un bicho raro.