En el desierto de Atacama la metáfora de que somos polvo deja de serlo y se crea una identificación entre la materia que te rodea y tú mismo. Aunque te duches, esa situación de estar tocando polvo sobre tu propia piel -o más bien dicho: que tu propia piel es polvo- da la idea.
José Antonio Millan en ABC.es.
Otros dicen que somos agua. Si vas a una región sin sol, con llovizna persistente y mucha humedad, extrañas un poquito de arena o tierra seca.
Mi ambiente natural es el de la humedad (por la cercanía del mar) y la sequedad del terreno. Es al que mejor responde esta piel tan caprichosa.
Somos agua y somos polvo.