Potser l’òrgan essencial de recepció de les sensacions externes és, en terra ferma, el cap –mentre que, en mar, l’òrgan de recepció més sensible és l’estómac. No sé si a l’altra gent els passa el mateix: en el meu cas personal, no té dubte: tot excitant extern en mar repercuteix sobre el meu estómac d’una manera directa i brutal.
(Puede que el órgano esencial de recepción de las sensaciones externas sea, en tierra firme, la cabeza -mientras que, en el mar, el órgano receptor más sensible es el estómago. No sé si a los demás les pasa lo mismo: mi caso es personal, no admite dudas: toda excitación externa en el mar repercute sobre mi estómago de una manera directa y brutal).
Lo decía Josep Pla en El cuaderno gris. Yo he navegado poco, pero he caminado mucho 🙂 Y cuando ando sin parar durante muchas horas, lo que más sufre es también mi estómago, y mira que tengo los pies delicados. Misterios de la reflexoterapia.
Distingo tres puntos de la herida: el estómago, sí, para el impacto de lo que me rodea; la boca del estómago y un poco arriba, para cuando lo que me hiere es que una persona despierta algo en mí; y la garganta, cuando son las palabras de un libro.
En el primer caso, es una molestia física; en el segundo hay miedo; en el tercero, una ansiedad insoportable.
Mi punto débil es el estómago.
En tierra, mar o aire.
¡Comprobado!
Va a ser que eso de los sentimientos y el corazón es un mito. El verdadero receptor de las emociones es el estómago.