A apenas 60 km de Madrid, tumbada bajo los almendros. Si me incorporaba veía las Cuatro Torres, ¡metáfora de mi vida!
Ideas en vías de desarrollo
A apenas 60 km de Madrid, tumbada bajo los almendros. Si me incorporaba veía las Cuatro Torres, ¡metáfora de mi vida!
En un pasaje tan bucolico, debe fastidiar muchisimo ver esas torres infernales.
Deberia estar prohibido afear los paisajes.
No me gusta poner links propios en blogs ajenos, pero al ver las imágenes he recordado este fragmento de un cuento de Turgueniev que leí hace un tiempo.
http://www.nreska.net/aprender-a-adjetivar
Los árboles que describe Iván debían ser bastante más frondosos, pero las sensaciones me parecen las mismas.
Afeamos el mundo con nuestra presencia prepotente. No lo podemos evitar. Y luego nos quejamos de que no se puede vivir en ese campo que antes fue hermosísimo y la agricultura extensiva, que solo se alimenta de abonos qúímicos, ha creado.
En Portugal, en cambio, eso no pasa, y ahora los campesinos pueden vivir de su campo y del turismo rural de fin de semana. Aquí solo quedan rincones.
Me han gustado mucho esas imágenes en silencio.