Con los pelos de punta me he quedado después de ver el especial de The Guardian sobre los niños más terroríficos del cine. No pondré foto para no asustar a nadie.
Puestos a dar miedo, un niño siempre asusta más que un adulto. Será que esa pureza que se les atribuye se convierte en pura maldad y que no hay marcha atrás. Y que su capacidad de raciocinio no alcanza a entender por qué lo que hacen está mal. Me refiero a los niños espantosos del cine, no a las habituales travesuras infantiles.
Yo creo que es porque algo que es imposible que le haga daño a alguien y que de repente lo veas haciendo cosas que no podrias creer da temor, mas si este esta acompañado de un rostro de locura.
por ello tengo un trauma con Linda Blair (la niña de el exorcista) y es en serio >_<