Me gusta escribir. Vivo para escribir. Pero escribo para mí mismo y para mi propia satisfacción. No publicar me reporta una maravillosa sensación de paz. Publicar es una terrible invasión de mi privacidad. Sólo intento protegerme a mí mismo y a mi trabajo.
Reconfortan estas palabras de J.D. Salinger que recuerda El Mundo en plena era Facebook/Tuenti/Hi5 etc.
No hace falta ser un perturbado para pensar como él. ¿Vivir para vivirlo o vivir para contarlo? Yo voto a muerte por lo primero, por más que ni el término medio esté aceptado.
Twitter privado -sin privacidad me falta libertad-, Flickr semiprivado y Facebook acotado hasta el infinito para que no se llene de ruido.