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Vista cansada

Lo peor
no es perder la memoria,
sino que mi pasado
no se acuerde de mí.

Un día de noviembre, alguien llamó a al puerta de Luis García Montero y le pidió que me dedicara un par de libros. Ahora los tengo sobre el escritorio y son la prueba viviente de que un buen regalo no tiene precio.

Sólo somos injustos de verdad
cuando sabemos que el amor
no pasará factura.

Vista cansada está escrito mirando al pasado con vocación de futuro. He tenido la suerte de leer este poemario con comentarios muy vívidos sobre los paisajes, incluso personajes, que lo habitan.

Y no voy a negarlo desde hoy:
agradezco el azar de esta ocasión
en la que tú me salvas del olvido.

Pero no me consuela,
si yo no puedo recordar la vida.

Un comentario

  1. Bicho Bicho

    ¡Qué envidia! Yo tropecé una vez con García Montero y tras dedicarme un libro… se agenció mi bolígrafo. Se lo metió discretamente en el bolsillo de la camisa y yo en plena conmoción fui incapaz de pedírselo.

    Ahora cada vez que leo algo suyo, me acuerdo de esto y no puedo evitar reírme un poco.

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