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Jardín El Capricho

La Casa de la Abuela, en el Jardín del Capricho
La Casa de la Vieja, en el Jardín El Capricho

Hoy he conocido el Jardín El Capricho de la duquesa de Osuna, y su Casa de la Vieja me ha recordado al Trianon de María Antonieta. Es una construcción rústica que imita las viviendas de los labriegos de la época, y en la que incluso había autómatas que representaban a los campesinos.

En la película de Sofia Coppola, María Antonieta pedía árboles grandes para sus jardines, nada de ejemplares jóvenes y bajos que tardasen años en dar buena sombra. A mí me pasó algo parecido al atravesar el parque Juan Carlos I. Es industrial y tramposo, con hierro y cemento en cada rincón. Al lado, el frondoso y tranquilo Jardín El Capricho te invita a soñar.

Templete de Baco, en el Jardín El Capricho
Templete de Baco, en el Jardín El Capricho

Yo los parques los quiero como María Antonieta, a poder ser tupidos, verdes, con musgo y construcciones centenarias desde el primer minuto. ¿Será así el Juan Carlos I dentro de 200 años?

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