Mondadori publica Renacida. Diarios tempranos, 1947-1964, diarios no autorizados de Susan Sontag.
Me ha calado leer la reseña -y aún queda el libro…- porque habla de su voracidad lectora y su obsesión por hacer listas de todo. Yo estoy igual: lo primero conduce a lo segundo. En total apenas son cinco horas libres al día, y necesito llenarlas, aunque sea parcialmente, de literatura.
La voracidad lectora va en aumento, como le pasó a la Sontag. Me sobran las pantallas, las distracciones, quiero libros y hacer de la relación con ellos mi especialidad.
Así que sigo haciendo listas: hoy termino con Doris, mañana Un invierno propio, el fin de semana más Doris y Al faro (relectura), después haré un hueco a El Gatopardo (relectura) para preparar mi escapada siciliana. Seguiré ordenando la lista de libros que comprar en papel, lecturas para las que bastará con el kindle, tachar leídos, subrayar genialidades…
Una escritora adelantada a su tiempo, revolucionaria y comprometida.
Yo leí, en America y me guto bastante.