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Los Amish del condado de Lancaster, PA

No podía dejar de pensar en la secuencia de la construcción del granero en Witness («Único testigo») cuando visité el condado de los Amish de Lancaster, Pennsylvania, para mí el gran hito del roadtrip Nueva York-Chicago.

Eran los 80, se estaban creando soundtracks memorables y el de Witness, de Maurice Jarre, era una delicia. Habíamos visto por última vez a Harrison Ford en Indiana Jones y el templo maldito, y encontrarlo vestido de pulcro Amish nos dejó sin aliento. Nunca ha estado más guapo, y eso que Indiana Jones es mucho Indiana Jones. No paré de tatarear Building de Barn desde el minuto en que atisbé el primer indicio de vida Amish en el condado de Lancaster.

El mercado central de Lancaster

Llegué al condado partiendo de Lancaster City, que al parecer es la ciudad interior más antigua de Estados Unidos. En su oficina de turismo te animan a recorrer las carreteras secundarias, detenerte en las granjas y comprar productos fabricados artesanalmente por los Amish. Era escéptica sobre lo que vería, porque temía que también ellos estuvieran globalizados. No tengo aún respuesta, pero para mí fue una experiencia muy auténtica.

Un Amish trabajando la tierra

Los paisajes son de ensueño, con sus maizales, sus altos graneros blancos y puentes cubiertos como los que fotografiaba Clint Eastwood en Los puentes de Madison.

Desde más cerca

No me atreví a hacer fotos a los Amish pero eran exactamente como los hemos visto en el cine: calmados, sonrientes, impecablemente vestidos y fieles a sus buggies para desplazarse. Una adolescente con su pelo recogido con raya en medio, cofia y delantal se tomó la molestia de ayudarme a contar todo el cash que tenía en el monedero, y creedme que no podía llevar más nickels, pennies y dimes.

Granero Amish

Los vestidos de las Amish eran tanto lisos -en tonos lavados- como estampados de pequeñas flores y rayas, como todas las creaciones textiles que vi en sus tiendas. Al parecer guardan los vestidos negros para ocasiones más solemnes, y de hecho había muchos tendidos en los backyards. También probé cookies y tartas de chocolate -son muy generosos con la manteca- y pasé un buen rato sentada en una glider rocker chair.

Galletas de chocolate hechas por los Amish, im-pre-sio-nan-tes. ¡Qué generosos con el chocolate!

Pittsburgh, 23 de agosto de 2011

Fotos del condado de Lancaster:

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Escribí esta serie de posts durante mis vacaciones por los EEUU. En su momento no pude publicarlos por falta de conexión.

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