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Noche mágica en Gion y Pontocho (Kyoto)

Diez de la mañana en la estación de Kyoto. Estoy sentada en un tren con destino a Fushimi Inari y aliviada por no tener que coger el autobús. Ayer tomé tres y constaté que el estoicismo nipón no conoce límites. El índice de humedad era insoportable, el calor insufrible y el número de pasajeros ni lo quiero saber. Pero allí seguían ellos, con su manga larga -alguna norma no escrita debe de decir que en estas fechas aún no puedes sacar la ropa de verano-, sin abrir ni una ventanilla y, lo más sorprendente de todo, ¡sin sudar una gota! Y mientras yo arrancándome el chubasquero, quitándome los brillos de la cara, haciéndome un moño y soltando el paraguas para poder resistir los minutos que me quedaran allí dentro.

Dicho esto, pasemos a lo bueno: la noche en Pontocho y Gion fue mágica, como si se hubiera detenido el tiempo. Pontocho es una larga callejuela de casitas tradicionales con farolillos colgando de las fachadas de madera. Acoge restaurantes de comida japonesa y casas de té y llega a su fin junto al río Kamogawa. Precisamente los locales más exclusivos tienen amplias cristaleras con vistas al cauce.

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Gion, al otro lado del río, es el barrio de las geishas. Había llovido y la tenue iluminación de las casas y farolas se reflejaba en los adoquines mojados y parecía que estabas dentro de un sueño. No había apenas trasiego por ser un día laborable y lluvioso.

El cableado de las calles es exterior, tanto aquí como en el resto de Kyoto, para detectar y arreglar averías fácilmente cuando hay terremotos. Esto le da un aire todavía más retro a Gion.

Gion #kyoto #japan #japon #gion

Paseando por Gion vi varios taxis que se detenían en alguna puerta y esperaban a que saliera el cliente. Podían pasar muchos minutos y allí seguían. Los pocos que circulábamos por la calle hacíamos tiempo por si aparecía una geisha. Pero no vimos a ninguna, solo señoras mayores con vestimenta tradicional que debían de ser instructoras o algo parecido.

Gion, el barrio de las geishas de Kyoto #kyoto #japon #japan

A mediodía visitamos el templo de Ginkaku-Ji, una delicia que ni con mal tiempo pierde encanto. Los senderos empedrados discurren entre estanques, jardines zen, construcciones tradicionales y unas cuantas ranas que no se callan aunque llueva.

Ginkaku-Ji #japan #japon #kyoto

Me encanta esta foto de jóvenes en kimono por los jardines. Los estampados que han elegido son de los más bonitos que he visto hasta hoy. He visto casos en los que se exceden con los contrastes o el tamaño de las flores, y eso le resta delicadeza al conjunto.

Tradition, Ginkaku-Ji #japon #japan #kyoto

A unos metros de Ginkaku-Ji empieza el Paseo de los Filósofos, un camino de piedra entre cerezos bordeando un pequeño canal. Tiene que ser impresionante durante el Sakura (floración de los cerezos) y un infierno para los alérgicos. Como era una tarde lluviosa estaba tan tranquilo que cualquiera no se arrancaba a filosofar.

Paseo de los Filósofos #kyoto #japan #japon

2 comentarios

  1. rosa zafra rosa zafra

    Lo de sudar esta muy mal visto, recuerdas el libro.
    Las fotos son una delicia, te transportan a otra epoca

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