Gloria Steinem comenta a sus 82 años:
Lo más duro para mí fueron los 50, porque es el final de la mitad de la vida. En términos de género, los 60 fueron como un nuevo mundo. A la sociedad ya no le interesas demasiado, porque realmente todo lo basa en criar niños, así que eres libre. Los setenta fueron sobre la mortalidad. Y los 80 todavía más.
Recuerda una observación hecha en las culturas nativas americanas, según la cual la vejez es como la infancia: un tiempo de asombro. Tanto una como otra están muy cerca de lo desconocido.