Última actualización el octubre 21, 2022
En la era de la cultura de la cancelación hay en Estados Unidos un tipo de cómicos a los que se llama woke comedians. Aquí hay una lista. Son los que hacen humor teniendo muy presentes las actuales sensibilidades, y que jamás van a dejar en mal lugar a colectivos maltratados históricamente.
Sarah Silverman o Amy Schumer no son exactamente woke comedians. Llevan años haciendo stand up comedy y son conscientes de que han metido la pata a menudo. Han optado por disculparse y corregirse cada vez que un chiste o comentario es mínimamente cuestionado.
Otro cómico, Marc Maron, reniega del movimiento woke más por la ansiedad que le provoca que por no comulgar con su espíritu inclusivo y constructivo. Su humor es autoparódico y neurótico, no deja demasiado espacio a los demás y si lo hace es entrando en política. Maron tiene un podcast -en mi top 5 de podcasts- y recientemente ha hecho entrevistas memorables a Kenneth Branagh o Benedict Cumberbatch.
Ali Wenthworth (también cómica) entrevistó recientamente a Amy Schummer en su podcast Go Ask Ali. Entre otras cosas, hablaron de lo mucho que cobran los humoristas por actuar en las universidades, sobre todo en las de más solera. Y en lo sensible que es este público universitario a cualquier chiste. Por un lado es positivo ver que las nuevas genraciones cuestionan y analizan cualquier manifestación del antiguo status quo -léase patriarcado blanco-, pero por otro no hay humorista que arriesgue frente a un público así. Está acordado de qué se puede hacer chistes y de qué no, y no hay más que hablar.